domingo, 3 de junio de 2018

explotación de la arena

Las investigaciones apuntan a que la explotación desmedida de este recurso afecta a la biodiversidad de los fondos fluviales y zonas costeras dañando las redes tróficas, además de tener efectos negativos sobre la producción y obtención de alimentos para las comunidades locales.
De la misma manera, el transporte de arena de una playa a otra puede facilitar la expansión de especies invasoras o dar lugar a la formación de aguas estancadas que favorecen la dispersión de enfermedades infecciosas como la malaria.
Según la investigadora, otro de los problemas que conlleva la sobreexplotación es la disminución de sedimentos en playas y deltas provocando una mayor desprotección de las costas frente a efectos del cambio climático como la subida del nivel del mar o la intensificación de tormentas, cuyos daños, a su vez incrementan la demanda de arena.

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